San Lorenzo, ¿sin nafta o nos agarraron la mano?
Por Oscar Mancuso
Mezquino. Con ese adjetivo podríamos calificar el funcionamiento de San Lorenzo ante Central Córdoba. Pobre. Escaso de fútbol. Y aún así, con 5 en el fondo. Y lo que es peor, apostando por Carlos Sánchez, que continúa sin adaptarse al fútbol argentino. Ahora bien: ¿cuánto tiempo le llevará? Porque cada vez que juega, lo hace mal. Su presencia supone desventaja en relación al equipo, y hasta dificulta la realización o continuidad de juego. Es lento. No marca. No recupera. Y hasta regala penales como aquélla noche...
Pero el análisis debe ser más profundo. Insúa sigue sosteniendo a los cinco defensores, aún cuando el planteo del rival no amerita resguardo ni genera amenazas para el arco de Don Augusto. Y los cambios volvieron a ser, prácticamente, pieza por pieza. Si bien Leguizamón entró por la “Piedrita", no gravitó.
No funcionó el tándem entre Braida y Legui. Ésta vez no hubo sincronización ni esfuerzo combinado. Y San Lorenzo volvió a mostrarse como un team sin ideas, con intentos de ataques intrascendentes. Con un Bareiro que no convierte desde marzo y con un Blandi, que no aporta en absoluto.
En definitiva, San Lorenzo jugó peor de lo que lo venía haciendo. Podríamos debatir si el equipo se quedó sin combustible ó bien, si los rivales le sacaron la ficha. Insistimos: el Ciclón no sabe qué hacer cuando el adversario no ataca. Hasta pareciera molestarle la tenencia de la pelota al equipo de Melena.
Y Goyeneche, sigue sin debutar... De mitad de cancha para adelante, a excepción de Barrios y Elías, no se sabe quién es titular. Un día juega Cerutti, otro Leguizamón... Un día sorprende Maroni. Y, las limitaciones, hasta permiten que juegue Blandi.
Sin pena ni gloria, San Lorenzo volvió a perder puntos en condición de local. Acumula 5 sin ganar y 4 sin marcar (contando Liga Profesional y Sudamericana). Muy lejos de River. Y casi afuera de la Sudamericana.