El 6 de noviembre de 1982 es un día que quedó marcado a fuego en la historia de San Lorenzo. Esa tarde la cancha de Vélez,colmada tal vez como nunca antes y como nunca después en la historia, fue testigo del regreso a Primera División del Ciclón.
Tras un año en la Primera B el equipo cerraba una gran campaña que se coronó con un gol de penal de Rubén Darío Insúa, hoy otra vez DT azulgrana, para ganarle 1 a 0 a El Porvenir y desatar el desahogo de un pueblo que había acompañado de manera fervorosa en los peores momentos.
Los años previos habían sido muy oscuros para San Lorenzo, que en 1979 perdió el Viejo Gasómetro en medio de presiones de la última Dictadura Militar. Dos años más tarde, resignó la categoría en el Metropolitano de 1981.
El Ciclón fue parte de un torneo durísimo, que incluía a 22 equipos en la pelea por dos lugares en la máxima categoría del fútbol argentino, entre los que estaban Gimnasia La Plata, Colón de Santa Fe, Banfield, Lanús, Tigre y Chacarita, entre otros pesados.
La campaña arrancó bajo el mando del Toto Lorenzo y terminó con el título en manos de José Yudica. Fueron 42 partidos, en los que el Ciclón logró 23 triunfos, 11 empates y 8 derrotas y superó al subcampeón, Gimnasia, por ocho puntos.
La epopeya estuvo marcada por el inigualable apoyo de la gente de San Lorenzo, que marcó récord históricos de recaudación y llegó a recaudar en un solo partido lo mismo que en los diez juegos de Primera División del día siguiente. En la fecha 6, contra Tigre en cancha de River, se batió el récord impactante: se vendieron 46.059 populares y 24.889 plateas, lo que dio un total de 70.948 entradas, hito solo superado por la final entre Argentina y Holanda y la final de Libertadores de River en 1986.