En otra paupérrima actuación, San Lorenzo apenas empató 0 a 0 contra Platense, y cada día ve más alejada la posibilidad de tan siquiera arrimarse a los 4 primeros de la zona en esta Copa de La Liga.
El equipo dirigido por Rubén Darío Insúa obtuvo solo un triunfo en 9 partidos, desarrollando una de las peores campañas de la historia de San Lorenzo y a pocos días del debut en la Copa Libertadores.
Como siempre el equipo se plantó con línea de 5 y con un esquema en el que la jugada de mayor peligro llegó tras un saque de arco de Altamirano que Bareiro recibió solo y lamentablemente no pudo definir.
Esa es la imagen de lo que es San Lorenzo hoy, de lo que fue en los anteriores partidos este año, y de lo que viene siendo desde la mitad del año pasado. No hay una idea, no hay una jugada preparada, ni que hablar un tiro libre.
El equipo no ataca, no patea al arco, no lleva peligro y si no fuera ayer por las buenas atajadas de Facundo Altamirano, quien se reivindicó como lo buen arquero que es luego de su terrible error contra Newell´s, hubiéramos sufrido una catastrófica derrota.
Para colmo de males, Gastón Hernández, uno de los jugadores más parejos y valiosos del plantel, salió en camilla con visibles muestras de dolor, y ahora se espera el resultado de los estudios médicos.
El equipo está a la deriva, no juega a nada, no genera ningún peligro y en todos los partidos nos quedamos con las ganas de conocerle el nombre o la cara al arquero rival, que prácticamente pasa desapercibifo.
La situación a esta altura es desesperante, y está claro que de esta manera no tenemos futuro, ni en los torneos locales y mucho menos en los internacionales.