Si bien San Lorenzo y el PSG viven situaciones completamente opuestas, hubo algo que los unió este fin de semana. El equipo francés se coronó campeón de la Ligue One, tras su empate ante el Lille, con un golazo de Lionel Messi, y en sus filas cuenta con extraordinarios jugadores como Neymar, Mbappé y el propio crack argentino.
Mientras San Lorenzo se hunde en la tabla de posiciones y la crisis institucional, deportiva y económica no parece tener fin. Una nueva derrota humillante en casa hizo que el equipo dirigido interinamente por Fernando Berón diera un paso más atrás y parece no tocar fondo en las continuas frustraciones.
¿Qué fue entonces lo que ambos equipos tuvieron en común este sábado, en sus realidades tan diferentes?
Qué ambas hinchadas expresaron su malestar y desagrado con las dirigencias y los jugadores, colocando al revés las banderas en las tribunas.
En el PSG el clima no es el mejor, a pesar de lograr el campeonato, algo que es casi obvio en una liga que no es de las más grandes de Europa y con esa cantidad de figuras. Es que la intención de los parisinos era lograr la ansiada Champions League y rápidamente quedaron afuera en los cruces tras caer ante el Real Madrid.
Desde ese momento ya nada fue igual en el conjunto dirigido por el argentino Mauricio Pochettino y las criticas fueron constantes y no se acallaron aún logrando la liga local.
Tanto es así que ayer, cuando ya se sabía que se coronaría campeón, la hinchada dejó el estadio 15 minuntos antes de terminar el partido en señal de protesta.
Por el lado de San Lorenzo la situación es más que conocida. Caos institucional, deportivo, económico y anímico, con un equipo que se arrastra en la cancha y sufre derrotas humillantes como la de ayer contra un equipo que de los 11 partidos que había jugado había sido derrotado en 8.
La hinchada de San Lorenzo también dio vuelta las banderas en señal de protesta, y los cantos durante todo el partido fueron dirigidos a las autoridades del club, exigiendo un llamado a elecciones.
Pero hubo una diferencia, la barrra azulgrana no dejó el estadio antes, sino que como es habitual, en las buenas y en las malas siempre está.