San Lorenzo cayó derrotado en La Bombonera ante Boca, que necesitó del ayudín de Arasa, sus colaboradores y el VAR, y de esta manera perdió toda chance de poder clasificar entre los cuatro primeros a los playoffs.
Con solo tres victoras en doce partidos, las tres de local y sin demasiado margen, era imposible que San Lorenzo pudiera clasificar. Jugando de una manera totalmente anodina, sin ideas en el ataque, y sin ninguna variante que nos pudiera ilusionar, hoy comenzamos el partido ganando gracias a una jugada aislada en la que Adam Bareiro fue bajado por Lema y luego aseguró con un penal picado.
A partir de allí San Lorenzo se olvidó de atacar, no pisó más el área rival, a pesar de que los dos centrales de Boca eran Lema y Rojo, y que ambos tenían tarjeta amarilla.
Y cuando no atacás, quedás expuesto a que pase lo que pasó, un gol al final del primer tiempo y otro al final del segundo, en el cual ni Arasa ni el VAR se percataron del manotazo de Zenón a Irala al comienzo de la jugada.
Pero más allá que el árbitro y sus colaboradores claramente favorecieron a Boca, son vergonzosos los dos corners seguidos para San Lorenzo que dan saque de arco entre otras tantas jugadas "chicas", el equipo en ningún momento mostró la vocación ofensiva que se necesitaba para ganar un partido que era necesario ganar, ya que otro resultado nos dejaba sin chances.
Ahora se viene la Copa Libertadores, y nada menos que ante Palmeiras, un rival de alta jerarquía. De más está decir que debe haber un cambio radical de 180 grados en el equipo para poder tener alguna chance de hacer una Copa Libertadores digna, ya que jugando como hoy y como en la gran mayoría de los 12 partidos de esta Copa de La Liga es imposible tan siquiera ilusionarse.
