Pese a que en San Lorenzo afirmaron haber pagado las inhibiciones que pesaban sobre el club el pasado viernes 19 de julio, el club todavía continúa sin poder utilizar sus refuerzos y a esta altura no está claro si podrán llegar o no para el próximo sábado, cuando el Ciclón visite de Independiente por la Liga Profesional.
De las cinco inhibiciones en FIFA fueron saldadas tres: la de Diego Rodríguez (pago de 1.000.000 de dólares, más cuotas por 916.000 dólares), la de Tijuana de México (por la operación de Torito Rodríguez, mediante el pago de 421.000 dólare) y la irrisoria de Independiente Santa Fe de Colombia (de 1.050 dólares por el mecanismo de solidaridad por la compra de Yeison Gordillo).
Sin embargo todavía siguen sin levantarse la del Ferencváros de Hungría, de 140 mil euros, por la compra de Carlos Auzqui, y la del Monterrey de México, de 626 mil dólares, por una de las cuotas en la adquisición de Adam Bareiro, hoy en River.
Desde Boedo afirman que los pagos fueron hechos y que esperan de un momento al otro las habilitaciones, pero hasta ahora el Pipi Romagnoli debió afrontar los primeros tres partidos tras la reanudación -Huracán, Gimnasia y Newells- sin caras nuevas.
Los refuerzos que sumó San Lorenzo
Hasta el momento el Ciclón incorporó y todavía no puede usar a Matías Reali, de Independiente Rivadavia, en medio de una operación con duras acusaciones de parte de Daniel Vila contra los dirigentes de San Lorenzo por la falsificación de un documento que acreditaba el pago.
También llegaron Nicolás Tripichio de Defensa y Justicia, Andrés Vombergar, tras su paso por el fútbol de Arabia, y Pablo Bruera de Olimpia de Paraguay.
